“Si van a censurar háganla completa”, este rayado sobre un graffiti ubicado en un muro exterior del ex Liceo de Niñas (hoy Marta Narea), y al lado del museo de nuestra gran poetisa, premio Nacional y Nobel de Literatura, Gabriela Mistral, incluyó algunos cambios que no estaban contemplados para nadie.
La censura y una nueva intervención, que agregó un pañuelo para cubrir parte del rostro de la poetisa, actitud de guerrillera para los más ofendidos y de defensora para quienes como nosotros vemos la desigualdad como grito de lucha, nos produjo cierta reflexión.
Primero decepción, porque pudimos constatar el excelente contenido del graffiti que mostraba a dos señoritas ligeras de ropa, en una actitud real y propia de esa misma calle, en consecuencia, fue borrado por presiones personales que lamentablemente poco saben del arte y su compromiso social.
Aquí el artista, había plasmado de una manera clara y directa una denuncia del comercio sexual de la misma esquina que es escenario noche a noche y los detractores -censuradores de dicha obra- se escudaron con el argumento ignorante (ojo que no usamos esta palabra al azar) de que mancillaba o desprestigiaba la entrada al museo de Gabriela Mistral, cuando cualquier persona con un mínimo de cultura sabe lo transgresora que fue en su tiempo nuestra Nobel, y ahí viene nuestra indignación porque descubrimos que en el acto de enmascarar la cara de Gabriela y rayar esas palabras se retoma el espíritu esencial de nuestra poetisa más insigne. Si la cultura, el mundo privado o político no son suficientes para construir una demanda ante la desigualdad social que nos agobia como país, quién lo hará.
Efectivamente ante actos de censura de ese tipo, impensados en el año 2007, la figura de Gabriel Mistral protesta ante estos falsos defensores de la moral, los mismos que la obligaron a autoexiliarse en un país lejano que la había tratado tan mal. Como juventud política no podemos hacer otra cosa que demostrar nuestro más profundo rechazo a actos de este tipo, no hay que dar espacio para que censuren el arte, no en un país democrático.
Directiva Comunal
Juventud Radical de Chile
La censura y una nueva intervención, que agregó un pañuelo para cubrir parte del rostro de la poetisa, actitud de guerrillera para los más ofendidos y de defensora para quienes como nosotros vemos la desigualdad como grito de lucha, nos produjo cierta reflexión.
Primero decepción, porque pudimos constatar el excelente contenido del graffiti que mostraba a dos señoritas ligeras de ropa, en una actitud real y propia de esa misma calle, en consecuencia, fue borrado por presiones personales que lamentablemente poco saben del arte y su compromiso social.
Aquí el artista, había plasmado de una manera clara y directa una denuncia del comercio sexual de la misma esquina que es escenario noche a noche y los detractores -censuradores de dicha obra- se escudaron con el argumento ignorante (ojo que no usamos esta palabra al azar) de que mancillaba o desprestigiaba la entrada al museo de Gabriela Mistral, cuando cualquier persona con un mínimo de cultura sabe lo transgresora que fue en su tiempo nuestra Nobel, y ahí viene nuestra indignación porque descubrimos que en el acto de enmascarar la cara de Gabriela y rayar esas palabras se retoma el espíritu esencial de nuestra poetisa más insigne. Si la cultura, el mundo privado o político no son suficientes para construir una demanda ante la desigualdad social que nos agobia como país, quién lo hará.
Efectivamente ante actos de censura de ese tipo, impensados en el año 2007, la figura de Gabriel Mistral protesta ante estos falsos defensores de la moral, los mismos que la obligaron a autoexiliarse en un país lejano que la había tratado tan mal. Como juventud política no podemos hacer otra cosa que demostrar nuestro más profundo rechazo a actos de este tipo, no hay que dar espacio para que censuren el arte, no en un país democrático.
Directiva Comunal
Juventud Radical de Chile
2 comentarios:
Felicito a los artistas que aterrizan sus manifestaciones a la demanda social de nuestro país.
Sobre todo en Antofagasta, "CIUDAD NO MINERA", ya que ni la mitad de la gente trabaja en ese rubro, o sino porque en la calle del cuestionado mural, niñas, mujeres y travestis trabajan ahí.
Hay mucho por hacer. A los demás, aunar esfuerzos en la lucha contra la desigualdad.
Mis saludos a todos.
hola yo pinte aquella obrA!
saludos
Publicar un comentario