viernes, 23 de junio de 2006

José Antonio Gómez: “Estamos todos de acuerdo con lo mismo: con los estudiantes, con los temas centrales y de fondo”

El senador José Antonio Gómez es un animal político de fuerza: sabe mantenerse en la palestra pública por sus dichos puntuales sobre la realidad y su extensa carrera política lo avalan. Sólo en una ocasión se ha visto presionado, esto cuando la abogada Pamela Pereira lo involucró como uno de los actores del caso Patio 29. A días del impasse, el Radical considera a Pereira como una mujer con “un gran dolor y eso la hace ser muy agria”, restándole dramatismo a sus acusaciones.

Gómez sabe que el triunfo en la Segunda Región no fue una tarea fácil. Los estudios no le daban grandes proyecciones, pero su cercanía y soltura lo llevaron a superar el 40 por ciento de los votos y a alzarse como el nuevo líder natural del Partido Radical. “Yo creo que el éxito en la votación y la campaña tuvo que ver con una forma y relación que nosotros generamos en la región, que fue distinta” asegura. “Que me acercara a conversar no era una cuestión habitual, y fui generando esa relación de amistad, de credibilidad, de acercamiento, que es lo que me llevó a obtener una votación tan importante, en tan corto plazo” concluye.

Mientras el país observa sorprendido la fuerza de los secundarios, Gómez se da el tiempo de participar de una conferencia de prensa en la Universidad Católica del Norte. Llega relajado, toma asiento y se abre a las preguntas de los encargados de someterlo a un interrogatorio de análisis político y social. Él, ni se inmuta al tocar los temas de educación, frente al panorama nacional. Y es que sabe de medios de comunicación y como domarlos.

Entendemos que le educación sigue siendo la consigna de los Radicales, ¿cuál es su impresión del momento que viven actualmente los estudiantes secundarios, primero como hecho social?
Gómez confía en estudiantes. losTengo la impresión que lo que vemos hoy día en los secundarios y universitarios es una sociedad nueva, es el desarrollo de haber vivido en democracia. Yo era estudiante secundario durante el golpe y nosotros no podíamos levantar la cabeza, nos podían meter presos o someter a todas las brutalidades del mundo. Pero hoy existen argumentos y formas de plantear las cosas que para la sociedad chilena son muy importantes. Los dirigentes son responsables, muchachos que han dicho “queremos que se discutan temas de fondo, no actos de violencia”. Eso es un cambio tremendo en la sociedad y los jóvenes chilenos.

¿Y desde la perspectiva de hecho político?
Desde el hecho político los secundarios han tenido una capacidad que no tuvimos ninguno de nosotros: haber obligado al gobierno a discutir los temas de fondo de la educación. Esto partió con la PSU, el Pase Escolar y estamos terminando en que la educación chilena no puede seguir en las condiciones en que está. La educación tiene que ser pública, debe estar en el Ministerio de Educación y no en los municipios, porque eso significa desigualdades tremendas entre un municipio rico con uno pobre. Significa cambiar la malla curricular. ¿Por qué no salir de cuarto medio con alguna experticia, algún oficio, alguna profesión, algún grado técnico que permita que los que no ingresan a la universidad puedan desarrollar trabajo? Ser un buen mecánico, un técnico electricista, muchas condiciones distintas de trabajo que les permita desarrollar actividades profesionales.

De todos los petitorios de los secundarios, ¿con cuál está de acuerdo y cuál cree es el que hay que resolver con mayor prontitud?
En materia económica hay un tema que los estudiantes tienen que considerar: Chile es un país pobre, no tiene recursos ilimitados, por lo tanto pedir gratuidad para Pase Escolar o la PSU se comete un error. Hay que diferenciar entre los que pueden pagar y los que no. Si yo pago ayudo económicamente a otros que no pueden hacerlo. El Estado no tiene recursos ilimitados. Yo fijaría una pauta.
Los temas de fondo: la transformación de la educación es el tema más importante que los estudiantes han puesto sobre la mesa y eso es lo que hay que cambiar.
En consideración a las palabras dadas por la Mandataria ¿cuánto tiempo cree que esperara el Gobierno para “jugársela por los estudiantes”?
Admirado por los hombres y deseado por las mujeres, Gómez no se inhibe al opinar.Yo espero que lo resuelvan hoy día o mañana. No creo que sea posible, ni tampoco lógico, ni inteligente no tomar las
decisiones ya. No es un tema de que bajen las “tomas”, es un tema en el que la sociedad ha empatizado con los estudiantes. Estamos todos de acuerdo con lo mismo: con los estudiantes, con los temas centrales y de fondo. Hay que hacerlo ya. No es bueno seguir dilatando esta situación.

¿Por qué esa decisión debería tomarse hoy o mañana y no se tomó la semana pasada, esperando que el conflicto se agravara?
Ahí tiene que ver con la experticia, el manejo político. Yo viví muchos peligros en mi época de ministro. Yo era ministro cuando se fugaron de la Cárcel de Alta Seguridad, cuando murieron 37 jóvenes en Iquique, temas de mucha dificultad. No se tomaron en el momento oportuno las decisiones. Eso generó toda esta escalada.

Cuando ocurren problemas sociales siempre hay alguien al que debemos culpar, en este caso, ¿quiénes son los responsables: los estudiantes disconformes o los ministros de educación que no han sido claros en la aplicación de reformas?
Yo creo que la responsabilidad es compartida, no por los estudiantes, sino que por quienes somos parte de una estructura del Estado. Por los parlamentarios, por el gobierno, por la sociedad, por los padres, los apoderados, los profesores.

Perspectivas

Desde la UCN, Gómez opinó sin pelos en la lengua. De todos los temas que él maneja hay muchos que lo apasionan, pero sin duda, el conflicto estudiantil lo satisface de sobremanera. Y es que como un joven político, vivió gran parte de su vida bajo la dictadura del General (R) Augusto Pinochet, alguien que únicamente genera desprecio en el senador. “Un miserable, lo peor que le ha pasado a Chile” son sus palabras para describir al hombre que gobernó el país por 17 años y que no permitía la libre expresión. Ahora, Gómez sonríe y agradece que sean los estudiantes quienes se atrevan a romper el silencio en contra de Ley Orgánica Constitucional de Educación, LOCE. “No es problema del gobierno militar, - asevera - es una responsabilidad nuestra. No tuvimos la fuerza para hacer los cambios a tiempo en las cosas en que podíamos haberlas hecho” De ese modo asume la responsabilidad de la Concertación en la continuidad del programa por dieciséis años más.

En el primer intento de mesa de diálogo los estudiantes secundarios debían reunirse con el ministerio de educación, el propio Zilic invitó a todos los alumnos a conversar, pero al llegar se dieron cuenta que no se encontraba, ¿qué le parece la actitud del ministro?

Se dio la instrucción de que quien negociara fuera la sub secretaria y no el ministro. Pero es un tema de negociación normal. Esto partió al revés: cuando uno tiene problemas parte desde abajo hasta el último estamento. Aquí partieron por el Ministro. Hubo un error de negociación. Haberse retirado tiene que ver con eso. Una mesa de doscientas personas es imposible.

¿No cree que como están las cosas en este momento debe tomarse el toro por las astas y enfrentar el problema?
Si, creo que si. Hay que hacerlo y esas fueron mis conversaciones ayer con los ministros: tomemos decisiones ya. Estamos dispuestos a participar en cualquier comisión de trabajo resolutiva de los temas, pero hay que actuar ya.

José Antonio Gómez mostró su optimismo frente a los secundarios, a quienes calificó como un “buen futuro para Chile”, mientras que se muestra a favor de “cambiar completamente (la LOCE)”.

Finaliza la conferencia de prensa, y Gómez se convierte en la víctima de las decenas de mujeres que asistieron en masa al evento para fotografiarse con él y así poder comentar que estuvieron con un ex ministro de justicia, actual senador, y muy probable candidato a la Presidencia en alguna ocasión. Él mismo no lo descarta.

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